Dentro de las leyendas del océano este es el cayo que más ha llamado la atención de los sagüeros por muchas generaciones pues desde los inicios de Sagua la tradición ha afirmado
que en el año de 1561 aquí se sepultó un gran tesoro y hasta existía un plano pirata original circulando por las calles de
la Villa del Undoso donde se señalaba que la clave del entierro lo eran “dos argollas-guías las cuales conducen hasta
unas rocas donde una gruesa capa de pintura indica posiblemente) el sitio del tesoro”.
Pero al parecer este no fue el único entierro y se habla de otras fortunas escondidas en el islote durante
los siglos XVI y XVII por El Olonés,Morgan y Pata de Palo.
Aunque
la tesis no le gustó mucho al historiador sagüero Antonio Miguel Alcover, muchos investigadores del finales del siglo XIX
afirmaban que Sagua se formó en gran parte con marinos y piratas retirados de la época romántica de los mares caribeños.De ahí que existiera tanto conocimiento del tenebroso pasado de los
hermanos de la costa en el pequeño pueblito llamado “El Embarcadero” antes de 1800 (hoy Sagua L Grande).
Los marinos de los primeros tiempos de Sagua le temían a Cayo La Vela pues
afirmaban que, al pasar cerca de sus costas,sentían almas en pena que los llamaban. Muchos contaron haber recibido descripciones
para encontrar antiguos entierros, pero nunca nadie se atrevió a buscarlos. No fue hasta finales del siglo pasado (XIX), durante
la Guerra de Independencia cubana que se hicieron algunas excavaciones en el cayo y una verdadera fiebre de tesoros se despertó,
pero nunca se supo si el islote premió a algún afortunado. En la actualidad aún se ven las muchas fosas que allí quedaron.