DESCUBRIMIENTO EN EL CENTRAL "ATENAS"
(Diario de Campo)
Personalmente la leyenda más interesante dentro de
“los tesoros” de nuestra recopilación, ya que la anoté en
1976 y ocho años después, en 1984 recibimos la asombrosa noticia de que esta historia había coincidido increiblemente
con la realidad. No solo era yo el que poseía esta leyenda, pues la había compartido con los amigos Fidel Vila y Alberto Santana los cuales las tenían
debidamente clasificadas en sus archivos para así poder hacer sus búsquedas en el terreno de forma organizada, y lamentablemente
habían decidido dejar “este tesoro”
para un futuro pues existía un
“orden de prioridad” en otras leyendas más interesantes.
De no existir estos dos testigos,nadie hubiera creído
lo ocurrido.
En mis viejas anotaciones tenía lo siguiente: “Barrio de San Valetín”,Quemado
de Güines,botijuela con 50 mil pesos-oro enterrada en 1850 en la casa de vivienda del destruido Central Atenas tiene arriba ladrillos”.
Esa era toda la información que poseía y en verdad
no era muy atractiva al ser “tan exacta” y si tenemos en cuenta que
otras leyendas resultaban más interesantes en nuestro catálogo.Recuerdo que en nuestra reunión inicial para salir al campo
con el detector de metales,este mito quedó relegado casi al final de nuestro orden de búsquedas,ya que “ un poco más-decíamos en aquel entonces- y nos señalan con una cruz el sitio de la botija.”,”esto
no puede ser”…
No puede ser y fue. Una mañana se me apareció
Fidel (Machy) en la casa con la noticia.”Había aparecido una botija repleta
de monedas de oro en la que fuera
la casa del dueño del demolido central (o Ingenio) Atenas”- me decía el amigo con
no disimulada tristeza- “Según se comentó en la prensa,la gran vasija de barro apareció empotrada en la
pared de la abandonada casona cuando unos vecinos del lugar desmantelaban la pared de ladrillos para su uso personal”.Aquello
era el golpe más fuerte que podíamos recibir, pues resultaba pasmoso saber que “Nosotros teníamos esos datos anotados
desde ocho años atrás en una simple libreta de leyendas”.
-Perdimos-me dijo Machy.
-Nos
dieron alante- recalcó Albertico.
Pero
había que continuar aunque no fuera día de fiesta.
El
lado positivo-les dije-es que ahora sabemos que “no todo en nuestra libreta son puras leyendas de viejas; ahora más
que nunca debemos seguir discriminando la realidad de la fantasía y aceptar que ninguna historia es mejor que otra por muy
adornada de baules, coronas y crucifijos macisos que esta esté. De ahora en adelante
vamos a rastrear hasta la más absurda de las leyendas.
Y
ese mismo día sondeamos con nuestro sabueso
electrónico la casa de nuestro querido amigo el escritor y soñador Jorge
Peraza García en Colón # 20 que cien años
atrás sirviera de cuartel a los españoles y donde se dice
que existe un túnel por debajo…