También le llaman “El Tesoro del Esquivel” a varios baules con joyas
y monedas de oro provenientes de unos barcos españoles que escondió en este sitio el intrépido pirata Jack Rackham más conocido
en estos mares por “Calico Jack”.
Por los primeros
meses del año 1720 un grupo de barcos de la flota española viajaba con rumbo a Europa proveniente de Matanzas con unos baules
de joyas y dinero de los negocios de varias familias poderosas en la isla de
Cuba. Cuenta la tradición que el astuto Calico Jack, que operaba entre Bahamas y los cayos de archipiélago Sabana–Camagüey,
se escondió por el lado Este del Cayo Esquivel y al pasar la flota cañoneó por
sorpresa a dos de los buques armados los cuales se hundieron al instante, quedando solamente el principal que le interesaba,
donde iba la preciada carga, y que a pesar de poseer varios cañones no disparó ninguno, rindiédose en el acto, pero Calico
desconfiado de una actitud tan pasiva lo asaltó con crueldad no dejando a un solo tripulante vivo., los cuales fueron arrojados
al agua. El tesoro de baules fue encontrado en popa, y en medio de gran alegría y borracheras, fueron bajados por un grupo
de piratas a las arenas de Cayo Esquivel del Norte donde fue enterrado. Calico
Jack fue capturado poco tiempo después y ahorcado en Jamaica con todos sus hombres pero el tesoro aun permanece en algún rincón
del legendario cayo esperando por un nuevo dueño que lo adopte.
(Algunos afirman que su hijo, criado en el Hato de Jumagua y con posterior residencia en Virginia,
pudo haber regresado a buscarlo guiado por su madre Anne Bonny).