EL ENTIERRO DEL DUEÑO DEL INGENIO FLOR
DE CUBA DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA CUBANA.
Durante la Guerra de independencia en 1895,muchas de las personas que se incorporaban a el ejército
mambí tenían como única opción enterrar los ahorros de su vida en una botija hasta que terminara la Guerra y pudieran regresar a sus hogares para disfrutarlo.
Este fue el caso
del maquinista del Ingenio Flor de Cuba, que al partir a la manigua redentora, dejó enterrado cien onzas / oro en un tubo
sellado en la pared del pozo del donque quedando allí para siempre pues este murió en combate.
Nuestro
equipo visitó el lugar comprobando que gran parte de las ruinas del antiguo ingenio aún se mantienen en pie y el barracón de los esclavos está intacto,excepto el techo
que ya desapareció.En el pozo efectuamos,como
pudimos,algunos rastreos con el detector de metales sin obtener algún resultado
positivo.
No sabemos de donde surgió la idea del pozo, pero así es la leyenda y ahí debemos dejarla, aunque,sin alterar el relato original le sugerimos a los buscadores y zahoríes que busquen también
en
las viejas ruinas, en las ceibas y en las largas cercas de piedras, pues estos constituían los sitios más atractivos y “cuasi-modelos” para los mañosos enterradores
de la época colonial…